lunes, 23 de mayo de 2016

PSICOANÁLISIS EN LA ACTUALIDAD 

el lenguaje psicoanalítico ha hecho fortuna en la conversación; que abundan las publicaciones en cuya bibliografía se cita a Freud; que se sigue aplicando el psicoanálisis a otras disciplinas como la antropología, la historia o la pedagogía; que aún existen muchos psicoanalistas que, refugiados en los países no desarrollados, continúan interpretando a sus clientes. De aquí se concluye que el psicoanálisis sigue vivo aunque casi exclusivamente fuera de los círculos científicos- a los cincuenta años de la muerte de su fundador.

Otro punto del psicoanálisis es el relativo al complejo de Edipo. Ese legendario complejo -tomado por Freud de la mitología e impuesto luego al hombre contemporáneo a través de ciertas interpretaciones psicoanalíticas- logró enturbiar al parecer algunas relaciones familiares, a veces de por sí tensas. A las naturales y frecuentes discrepancias que entre padres e hijos suelen darse les atribuyó Freud una significación mítica y forzadamente sexualizada. El resultado es que se magnificaron estos conflictos en lugar de contribuir a resolverlos, haciendo que los padres se sintieran injustamente culpabilizados y los hijos confundidos ante su propia sexualidad, una vez que ésta había sido harto problematizada por la hermenéutica freudiana.

En otros términos, que tipo de conocimiento es el que produce su corriente. Desde Freud hasta la fecha, la posición hegemónica dentro de los psicoanálisis es que las aseveraciones no se demuestran, lo cual lleva a que los distintos edificios teóricos busquen sostenerse, predominantemente, en la lógica interna de sus postulados y en una mítica experiencia clínica.

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